Primer disco en solitario de Lars Fredrik Frøislie, de Wobbler que, al igual que con el grupo, se nutre de la tradición prog-rock de los 70 logrando un disco muy "retro" que ha creado durante los peores años de la pandemia. De no haber sido por ésta, gran parte del material probablemente habría acabado en un nuevo álbum de Wobbler pero pasado por la trituradora de Wobbler y con letras en inglés (en su disco las letras están en noruego). En definitiva, según dice, el disco es lo más espontáneo posible sin pasar por demasiadas rondas de procesamiento. Intentando preservar lo impulsivo: gran parte de lo que se escucha es improvisado y tomas únicas (preferiblemente con errores de interpretación y cuerdas de piano que se rompen y cosas por el estilo). Intentar preservar el aspecto humano en gran medida, evitando las pistas de clic, el auto-tune, el MIDI o demasiada tecnología. Hay muchos teclados analógicos antiguos, como cembalo, Mellotron, MiniMoog, Yamaha CP70 y órgano Hammond.
El disco está compuesto por cuatro temas, cada uno una historia.
La primera canción, "Rytter av dommedag", gira en torno al Ragnarok, la batalla del fin del mundo en la mitología nórdica, cuando el rey Rakne despierta en su gran túmulo funerario a las afueras de Romerike y, junto con los viejos dioses, crea verdaderas travesuras.
La segunda canción "Et sted under himmelhvelvet" es de ensueño, posiblemente ambientada en un jardín renacentista cerca de Florencia o Arcadia. Pero en principio puede estar en cualquier lugar donde uno se sienta bien. En parte se trata de viajar a un lugar y sentir que ya has estado allí, sólo para descubrir que tus antepasados vivieron allí hace mucho tiempo.
La tercera canción, "Jærtegn", se abre en un frenesí, con un caballo y un carro atravesando el bosque a toda velocidad. El carro vuelca al mismo tiempo que se produce un eclipse solar y los jinetes se convierten en eternos vagabundos en el oscuro bosque, sólo visibles para nosotros de vez en cuando como las auroras boreales, mientras extienden en vano los brazos hacia el sol con la esperanza de encontrar el camino de vuelta a casa.
La última canción, "Naturens Katedral", es una representación de las montañas noruegas en invierno, donde el frío es intenso y abundan las ventiscas y las avalanchas. También es una búsqueda de tiempos pasados, cuando la vida era más sencilla en la naturaleza.
El disco se pueblicó el 2 de junio de 2023
Lars Fredrik Frøislie: Batería Ludwig, platillos Paiste, voces, Hammond C3 con Leslie 147, Mellotron M400, Minimoog Model D, Chamberlin M-1, Hohner Clavinet D6, Yamaha CP70B, espineta William de Blaise, Arp Pro Soloist, Arp Axxe, Solina String Ensemble, Tremoloa, Rhodes mkII, Wurlitzer 200, flauta dulce....
Nikolai Hængsle: Bajo (Rickenbacker 4003, Fender Precision, Fender Jazz y Fender Telecaster).
Para escuchar el disco y comprarlo:
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