Britta Lindell

 La música de Britta Lindell, sin duda una de las más curiosas, desafía cualquier categorización fácil.  Definitivamente no es jazz, no es folk, no es clásica, ni siquiera es progg, pero es definitivamente progresiva en el sentido de que no suena como ninguna otra cosa.

Lindell nació en Lisboa en 1943 y se desplazó por toda Europa. Como violinista contralto de formación, había tocado con varias orquestas sinfónicas europeas antes de establecerse en 1970 en una casa de campo en Västmanland, una zona al oeste de Uppsala y Estocolmo. Llegó a dominar más de 50 instrumentos de distintos tipos, incluido el piembalo, un piano preparado que ella misma inventó. A lo largo de los años trabajó como profesora y brevemente como coreógrafa para la televisión nacional sueca, escribió música para teatro e incluso una contribución al Festival de la Canción de Eurovisión en 1986 que nunca llegó a darse.

Su álbum de debut apareció ya en 1973 con "How I Would Like" en el sello independiente Prophone. Una curiosa mezcla de música folk de todo el mundo, música barroca y renacentista y algo que era simplemente la propia mente de Britta Lindell con algunas letras del poeta sueco Nils Ferlin y de William Shakespeare. Aunque bebe de múltiples influencias "intelectuales", nunca cae en lo pretencioso. El álbum es divertido y el enfoque de Lindell es casi el de un niño que descubre el mundo a través del pensamiento mágico. A través del encanto hace que no escuches su música, sino que la escuches con ella.

Tuvo que esperar hasta 1981 para publicar su siguiente álbum, "Waiting For The Next Sunrise", en Caprice Records. Sigue más o menos la línea de "How I Would Like" pero suena un poco más elaborado, más desarrollado y con un mayor énfasis en la cepa renacentista. Sigue siendo un buen álbum y claramente original pero está un poco más contenido y, por lo tanto, le falta algo de la frescura de ojos abiertos del debut. El mejor tema de "Waiting For The Next Sunrise" podría ser el último, "The Next Sunrise", extrañamente inquietante y similar a una suite.

Britta Lindell publicó otro álbum titulado "Lights" y un sencillo de su canción rechazada en el CES "Simsalabim", ambos en el sello Siljum en 1986.

Lindell falleció en 2000 dejando tras de sí un legado discográfico escaso pero muy original y a menudo intrigante.